Mandarina, la nueva integrante

Estuve en búsqueda de una nueva chanchita que pudiera acompañar a la Dora. Le rogué a mi familia que aceptaran a otra Eriza, hasta que lo logré y de inmediato comencé a buscar la adecuada, la Gigi (mama de Igor, novio de Dora) me ofreció una hija de Igor. 


Era una eribebe Apricot, que me encantó al tiro!
Lo único que quería era ir a buscarla.
Pero aún no podía, hasta que les hiciera una casa mas grande. Si que partí a comprar materiales al Homecenter para crearles un hogar con segundo piso y todo!
Me demoré un poco (en otra entrada muestro la casa y los pasos que hice para construirla)
pero ya cuando estaba lista, fui a buscar a mi chanchita.
Ya estaba un poco grande, a diferencia de la Dora, que la recibí muy chica.
Era muy dócil y cariñosa, hiperquinética y mil cosas mas que nunca fue la Dora.


Cuando la traje a mi casa y la junté con la Dora, fue muy chistoso, porque por mas que la Dora le hacía pff pff a la chica, ella no pescaba y hasta pasaba sobre ella. Eso fue muy bueno, porque la Dora tuvo que acostumbrarse de inmediato, sino no hubiese podido dormir ni comer.
Esa noche durmieron juntas y al parecer se llevaron estupendo.


Le pusimos Mandarina, fue un nombre difícil de encontrar luego de que hiciéramos una lista eterna con nombres en mi Universidad y que todos mis compañeros aportaran, pero al final me gusto Mandarina :D


Es una rebelde, intentó dos veces escaparse, logrando su objetivo. Pasé unos sustos tremendos. Primero la Mandarina había desaparecido y había dejado rastro por toda mi casa, yo ya estaba de muerte, pero la encontraron en el mismo lugar donde esta su casa, lo que significa que paseo tanto que se aburrió, tuvo hambre y volvió al olor que reconocía, lamentablemente la casa estaba a 1 metro y medio de altura, imposible de llegar. Al día siguiente ya no solo era Mandarina la fugitiva, sino que también Dora había escapado, obviamente guiada por Mandarina. Eso me hizo pensar que ambas se llevaban muy bien, porque tenían planes juntas.


Hasta el día de hoy siguen queriendo escapar, pero les tuve que poner una tapa a su casa y unas guías sobre ella para que no la levantaran. MALDADOSAS!




Saludos 
Isa

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